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El 75 aniversario del final de la guerra de 1936-39 es un momento oportunísimo para recordar los actos que cerraron formalmente aquella contienda, especialmente, el Desfile de la Victoria de Madrid Aunque hubo desfiles en otras ciudades, también reseñados en este libro, el de Madrid fue el más importante y significativo, entre otras cosas porque se trasladó la capitalidad de Burgos a Madrid y se llevaron a cabo actos religiosos de acción de gracias, incluida la ofrenda del sable del propio Franco.
El 75 aniversario del final de la guerra de 1936-39 es un momento oportunísimo para recordar los actos que cerraron formalmente aquella contienda, especialmente, el Desfile de la Victoria de Madrid
Aunque hubo desfiles en otras ciudades, también reseñados en este libro, el de Madrid fue el más importante y significativo, entre otras cosas porque se trasladó la capitalidad de Burgos a Madrid y se llevaron a cabo actos religiosos de acción de gracias, incluida la ofrenda del sable del propio Franco.
El Desfile de la Victoria de 1939 fue el más grandioso celebrado nunca en España, y uno de los mayores del mundo: más de doscientos mil hombres, 115 batallones, 220 carros y blindados, dos mil cañones, siete mil coches y camiones, quinientas motos, centenares de caballos y mulos y cerca de seiscientos aviones.
Para el amante de la historia militar española es una fuente de información difícilmente igualable en relación a personas, unidades, uniformidad y material participante en la contienda, así como el acta de nacimiento del Ejército español contemporáneo
